Agencia Interamericana de Aviación – AIDA

Capitán José Vicente Torres Herrera
Capitán Germán Olarte Flórez
Agencia Interamericana de Aviación – AIDA
Reseña Histórica:

La fundación de esta compañía tuvo lugar el 5 de octubre de 1946 en la ciudad de Bogotá. El objeto social inicial de la compañía era el agenciamiento de compañías nacionales y  extranjeras  para el fomento y educación técnica de los pilotos y mecánicos de aviación en los Estados Unidos.  Su capital social inicial fue de $100.000.00 pesos, el cual fue aumentado un corto tiempo después. El grupo de empresarios accionistas estaba encabezado por el señor Miguel Dumit y su primer gerente fue el señor Enrique Acero Pimentel.

La compañía se encargó  primordialmente de promocionar los vuelos especiales de la compañía Western World Airways Inc. que se efectuaron el 18 y 25 de octubre de 1.946. Estos vuelos se originaban  en Nueva York, seguían la ruta a Miami, Kingston y Barranquilla, para regresar por la misma via.  Las tarifas para pasajeros y carga en esos vuelos ofrecidas eran de  $220 dólares entre Barranquilla y Nueva York y de $ 150 dólares a Miami, siendo más económicas que las tarifas existentes y ofrecidas por la Pan American Airways y por lo tanto tuvieron muy buena acogida.  Avianca recién iniciaba los  servicios regulares a los Estados Unidos.

Posteriormente, en noviembre de 1947, siendo gerente de la compañía Honorato Espinosa, se decidió solicitar a las autoridades una participación en el transporte de correo aéreo. Pero como era de esperarse, la participación no se logro, ante la influencia ejercida por Avianca para que no se le usurpara el monopolio.  De igual manera,  se pensó en la idea de operar comercialmente aviones anfibios, con el fin de llegar a las poblaciones mas apartadas de los Llanos Orientales y la Amazonía que no contaban con pistas o campos de aterrizaje. Seria una operación lejos de la influencia de Avianca, quienes pensaban que esta sería una operación improductiva.  Efectivamente, para AIDA resulto ser una política bastante acertada.  Para tal efecto se adquirieron dos aeronaves Consolidated  PBY Catalina, el C-1000 y el C-1001.

 
Catalina AIDA - Aviacol.net El Portal de la Aviación Colombiana
Avión Consolidated Catalina perteneciente a AIDA. En la imagen: Guillermo Cortés Briceño. (Foto: Guillermo Cortés Briceño) 
 
Fue así como para Junio de 1947 se había efectuado 17 vuelos a Leticia, siguiendo la ruta de Puerto Leguizamo y Tarapacá, transportando víveres y productos farmacéuticos. Era casual encontrar a los Capitanes Gustavo Artunduaga y Manuel Trujillo al mando de los Catalina en estas rutas. Y precisamente de estas operaciones resulto el lema de la empresa: “Alas sobre las Selvas Colombianas”. Para agosto de 1947 se ofrecían servicios regulares los días 5, 15 y 25 de cada mes, siguiendo su nuevo lema de  “La Selva-La Manigua-La Ciudad”,

Siendo nuevamente gerente don Enrique Acero Pimentel, AIDA adquirió el primer Douglas DC-3, el para el transporte mixto de pasajeros y carga.  Habiendo sido pioneros en la ruta comercial a Leticia en plena selva amazónica con aviones anfibios,  se estudió la posibilidad de utilizar la escala en esta población  como punto intermedio en las rutas desde Bogota hacia el sur del continente.  Se plateaba en esa época una estrategia de integración con Perú, Chile y Argentina, y se llegaron a plantear tres frecuencias mensuales.  Esta ruta se extendería hasta Buenos Aires, pasando por ciudades en  Perú y Chile.  La otra ruta trans-amazónica se planteaba hacia Manaos y Pernambuco para llagar finalmente hasta Río de Janeiro, en ese entonces capital del Brasil.  Desafortunadamente estos planes nunca llegaron a realizarse.  Es de recordar que años más tarde este plan de integración fue impulsado nuevamente por el Gobierno Militar a mediados de los años 50 y el Lloyd Aéreo Colombiano efectúo varios vuelos de prueba en rutas similares, una vez inaugurada la pista de Leticia. A nivel internacional  AIDA utilizando su equipo DC-3  realizó  con alguna regularidad vuelos de pasajeros y carga entre Barranquilla y Miami con escala intermedia en Kingston con tarifas mas bajas que aquellas ofrecidas en ese entonces por Avianca.

A finales de 1947 se cambió  la razón social a la de ASOCIACION INTERAMERICANA DE AVIACION – AIDA, lo cual quedo autorizado por medio de la Resolución 37 de ese año de la Aeronáutica Civil. Su capital social fue aumentado y entro un nuevo grupo de accionistas  conformado por pilotos retirados de la Fuerza Aérea Colombiana, entre los que se encontraba el Capitán Gustavo Artunduaga. .

Además de los dos aviones Catalina anfibios y el primer DC-3, AIDA importó  una segunda unidad,  con el fin de ampliar la capacidad ofrecida.  En febrero de 1948 se ofrecieron vuelos especiales a las localidades de Araracuara y La Pedrera, siguiendo la ruta por Puerto Leguizamo, a Leticia. El 14 de marzo se produjo un grave accidente de uno de los DC-3, el C-1002, cuando se precipito a tierra en la localidad de Cruces del Arrastradero, cuando regresando del Casanare, cubría la ruta entre Villavicencio y Bogotá.  El avión estaba al mando de los  Capitanes Ernesto García Gaviria y su hermano Jesús García Gaviria.  En total perecieron los quince ocupantes del avión.  

A raíz de los disturbios ocurridos el 9 de Abril de 1948, como resultado del  asesinato del caudillo Jorge Eliezer Gaitán, y que desembocó  en lo que en nuestra historia se denominó  “El Bogotazo”, las oficinas principales de la compañía, localizadas en la Avenida Jiménez en pleno centro de Bogotá ,  fueron incendiadas y se perdieron todos los archivos y documentos.  Días después, y por  medio de avisos en los principales periódicos capitalinos, se logró que tanto acreedores como los deudores de la compañía aportaran documentos con el fin de reconstruir la contabilidad y parte de sus archivos.

La compañía continúo con su política de la no competencia con Avianca y se dedicó  a operar en el oriente y sur del país y aportar a la colonización de la selva amazónica.  Seguidamente se establecieron rutas regulares a las poblaciones donde ya se habían efectuado vuelos de exploración como lo eran Tres Esquinas, Puerto  Leguizamo, La Pedrera, Araracuara y Leticia, desde Villavicencio y Bogota.  Estas poblaciones se encontraban totalmente aisladas del centro del país y al operación regular de AIDA se constituyo en un verdadero servicio social.

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Imagen: Colección de Jaime Escobar

Con el fin de obtener un mayor índice de utilización del equipo anfibio de aviones Catalina, se experimento con servicios desde Bogota a la laguna de Tota en Boyacá, ofreciendo a los pescadores aficionados tarifas especiales de fin de semana.

En 1956 se operaron servicios experimentales desde Medellín a Quibdo, utilizando las aguas del río Atrato como pista de acuatizaje, pero debido a las sequías en ciertos meses del año, era totalmente imposible operar la ruta.  Se presentó  el caso de que un Catalina, el 21 de marzo de 1956 tuvo que aterrizar de emergencia en el aeródromo Mandinga en la población de Condoto, ante la imposibilidad de acuatizar en las cercanías de Quibdo.

Más tarde y siguiendo la política de exploración de nuevas rutas y posibilidades, se realizaron bajo el auspicio del Gobierno, vuelos especiales al archipiélago de San Andrés, otro territorio totalmente aislado hasta entonces del resto del país.  Este servicio se prestó hacia 1954, cuando la compañía ya empezaba a presentar quebrantos económicos considerables.

El 8 de diciembre de 1956 se estrelló un Catalina, el HK-133 en la localidad de Bojacá, mientras cubría la ruta de Bogota a Medellín y Quibdo.  Junto con el  Capitán Alfredo Cuellar, quien venia al mando de la aeronave, fallecieron 13 personas mas que se encontraban a bordo.  Este accidente marco el principio del  fin de la empresa.  Los estados financieros eran cada vez más alarmantes  y tras este fatal accidente, la situación fue muy precaria.

 
Sin embargo, el Capitán Carlos Peñuela mantuvo volando el HK-1001 bajo el nombre de la empresa, administrando los pocos activos y siguiendo los principios de servicio y apoyo al desarrollo del país.

En enero de 1960, se presento un vuelo a Bahía Solano, al cual se asigno a los Capitales Luis Guillotti y Benjamín Sarta para efectuarlo.  Sin embargo se le presento un inconveniente al Capitán Sarta y llamo a su amigo, el Capitán Antonio Eduardo García para que lo reemplazara.  El Capitán Peñuela y el Capitán García siguieron volando el avión HK-1001 en varias oportunidades hasta que en un mal día, en un vuelo que se origino en Araracuara y que se dirigía a Villavicencio, se accidentaron a 4 millas al norte del Rio Guayabero y 45 al nordeste de El Refugio (hoy La Macarena) en el Meta. En el accidente pereció el Capitán Peñuela, junto con Armando Salcedo y cuatro pasajeros más que volaban ese día.  Milagrosamente sobrevivieron al siniestro ocho personas, quienes bajo el liderazgo del Capitán García, lograron regresar sanos y salvos a la civilización. Ese día, el 15 de marzo de 1960, desapareció el último avión de la empresa AIDA.     

AIDA fue definitivamente la pionera en los Territorios Nacionales y aportó al desarrollo económico y social de amplias regiones apartadas de la capital de la República, como fueron los Llanos Orientales, la Amazonía, la Orinoquía y el Archipiélago de San Andrés.

Capitán José Vicente Torres Herrera
Capitán Germán Olarte Flórez

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