Primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC

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Primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC

Capitán María Alejandra Charry

La Capitán María Alejandra Charry Guilombo es hoy la primera mujer piloto al mando del equipo UH-60 Black Hawk en la Fuerza Aérea Colombiana. Llega a este lugar luego de haber recorrido el camino que comenzaron sus compañeras a fines del siglo XX, y que ella marca para las futuras generaciones. Un perfil de su vida.

 “De Neiva, Huila, importante, muy importante”, así finalizamos una charla con la Capitán Charry en las instalaciones del Comando Aéreo de Combate Número 5, “La casa de los halcones valientes” en la población de Rionegro, Antioquia. Una charla que nos llevó a través de la experiencia de convertirse en la primera mujer piloto al mando del helicóptero pesado de la Fuerza Aérea Colombiana: el Sikorsky UH-60 Black Hawk, la máquina emblemática de esta base aérea, pero también para la FAC y para el país.

Hoy en día hace parte del Grupo de Combate 51, que enmarca a los Escuadrones de Operaciones Especiales 511 y 512, ambos equipados con distintas versiones de este helicóptero.

Inició su carrera militar como integrante del curso de oficiales número 80 en la Escuela Militar de Aviación de Cali. En el año 2007 se graduó como Subteniente y comenzó su fase de vuelo. En aquel momento, debido a la llegada de nuevos equipos de ala rotatoria a la FAC, y a la necesidad de incorporar más pilotos de helicópteros, fue seleccionada como la única mujer en su grupo para comenzar el curso de formación en este tipo de aeronaves.

Así llegó a la Escuela de Helicópteros de la Fuerza Pública ubicada en el Comando Aéreo de Combate Número 4, en Melgar, Tolima. Inició su formación en el helicóptero de instrucción Bell 206 Jet Ranger. Y es que no es la primera vez que la Capitán Charry se destaca como pionera en su campo. En aquel momento se convirtió en la primera mujer en volar de manera autónoma este equipo. Sus impresiones de aquel entonces vislumbraban el futuro: “Espero ser copiloto de una aeronave operativa como Huey, Bell 212 o Black Hawk. Tengo muchas expectativas, espero que todo lo que haga sea en beneficio de mi país y sentir gratificación por hacer misiones en beneficio de alguien más”.

Del Bell 206 pasó al equipo Bell 212. Permaneció en Melgar durante tres años como copiloto de este helicóptero antes de ser asignada al Comando Aéreo de Combate Número 6, una unidad aérea ubicada en cercanías a la población de Florencia, en la zona llamada Tres Esquinas, departamento del Caquetá.

En un escenario diferente, la Capitán Charry ahora pasó a ser piloto al mando del Bell UH-1H Huey. “Allí encontré el reto de ser comandante. Como tal, uno es responsable tanto de las vidas de las personas a bordo como de la aeronave”, y agrega sobre su experiencia en las selvas del sur: “En Tres Esquinas la meteorología cambia muy rápido y los puntos alternos son lejanos, más para la capacidad de un helicóptero mediano”. Allí desarrolló las misiones típicas para este equipo: de ataque, de transporte, de rescate, de apoyo aéreo cercano, entre otras.

Primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC

Luego de dos años basada en Tres Esquinas, en enero del 2015 elevó la solicitud a la Fuerza Aérea Colombiana para pasar a los helicópteros pesados Black Hawk. La evaluación de su desempeño como oficial y como piloto dieron resultado positivo para ser enviada a realizar el curso de vuelo del UH-60 en Fort Rucker, Alabama. Durante tres meses recibió la preparación requerida para esta aeronave. “Esto no es un privilegio que tiene cualquier mujer, y me dieron esa oportunidad. Me sentí muy orgullosa y agradecida”.

En la Fuerza Aérea Colombiana, como en otras instituciones que operan el Black Hawk, el proceso comienza con los cursos teóricos y de tierra, pasando luego al puesto izquierdo como copiloto. Allí se deben completar mínimo 500 horas de vuelo para poder pasar como piloto al mando. Al hacer esta transición se completan 50 horas de vuelo con un instructor o un observador, quien se encarga de mirar el desempeño y criterio del piloto al mando.

Ella anota: “En las horas de supervisión se observa cómo se vuela la aeronave, cómo se toman las decisiones y cómo se sortean las situaciones que se presentan, porque en un helicóptero las operaciones son múltiples: transporte de personal, de heridos, apoyo humanitario, extinción de incendios, se llega a lugares altos, se hacen vuelos en altura, entrega de armamento, apoyo aéreo cercano, etc. Por ello debe haber un acompañamiento para evaluar ese criterio”

Esta etapa, que finalizó la Capitán Charry en días recientes, fue la última para alcanzar el escaño que hoy ocupa, y que implica también una gran responsabilidad. “A diferencia de volar helicópteros medianos, cuando uno vuela el UH-60, que es un helicóptero con mayor capacidad y maniobrabilidad, las misiones que uno realiza son más exigentes, más complejas”.

Dentro de su experiencia resalta aquellas misiones en donde salva vidas: “En lo personal es más gratificante volar transporte, en especial cuando se hacen misiones de rescate de personal. Se siente una satisfacción muy bonita. Es más real y se ve más de cerca lo bueno que uno hace por otras personas que uno ni conoce. Ahora que voy a volar Ángel, esas serán las misiones que uno más aprecia y lo que lo enorgullece más a uno como piloto”.

El Ángel es el nombre de los helicópteros Black Hawk configurados como plataformas de evacuación aeromédica que opera la Fuerza Aérea Colombiana. Estos se unen a los Halcón, las aeronaves UH-60 en configuración regular para realizar múltiples misiones; y a los Arpía, los helicópteros de ataque basados en el Halcón y desarrollados en Colombia. Como piloto al mando del UH-60, la Capitán Charry puede volar cualquiera de estos tres equipos, aunque para volar Arpía se requiere un entrenamiento adicional y depende de las necesidades de la Fuerza Aérea Colombiana.

Esas misiones de ataque son las que ella cuenta como las más difíciles: “La parte más compleja es la entrega de armamento en apoyo aéreo cercano. Son misiones que se hacen rápidamente y manteniendo los parámetros de seguridad. Se llega a un área donde existen combates y uno sabe que, dependiendo de las decisiones que uno tome y de la rapidez con que uno lo haga, dependen las vidas de las personas en tierra. Se requiere mucha pericia, organización, trabajo en equipo con la tripulación y tomar las mejores decisiones. Aparte de ello, también está en riesgo la vida de mi tripulación”.

Primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC

En contexto

La Capitán María Alejandra Charry Guilombo es la tercera mujer piloto de helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana. Esta historia comenzó en el año 2000, cuando se graduaron en el curso 73 las primeras mujeres incorporadas a la Escuela Militar de Aviación con el objetivo de ser pilotos y que inicialmente operaron aeronaves de ala fija.

Cuatro años más tarde, las hoy Capitanes Luisa Fernanda Corredor Cano y Paola Andrea Arenas Colmenares, se graduaron como Subtenientes del curso 77 y solicitaron ser tenidas en cuenta para volar helicópteros.

Si bien desde el año 2000 la FAC cuenta con oficiales piloto, no sería sino hasta bien entrada la primera década del siglo XXI cuando estas oficiales terminaron su fase de instrucción en aeronaves Hugues 500 para convertirse en las primeras pilotos de helicóptero en la FAC. La Capitán Charry se unió a ellas cuatro años después en esta corta y elegante lista.

Y es que no se trata de una cuestión de género. Hombres y mujeres tienen las mismas posibilidades en la Fuerza Aérea Colombiana. Sin embargo, las Fuerzas Militares de Colombia abrieron las puertas a las mujeres solo hasta tiempos relativamente recientes, por lo que el cambio en procesos, infraestructura y logística se ha ido dando paulatinamente.

Allí estaba la complicación inicial para que las mujeres llegaran a volar ala rotatoria en la FAC. A diferencia de un avión, los helicópteros pueden llegar prácticamente a cualquier zona del país y en muchas de ellas no existía la logística ni la infraestructura para acomodar de manera adecuada a hombres y mujeres. Esta situación ha cambiado y hoy en día, a pesar de que todavía existen algunos obstáculos en esta materia, la infraestructura ha evolucionado para acoger a hombres y mujeres por igual y con las necesidades que cada uno requiere.

Hoy esta mujer oriunda de Neiva deja un mensaje: “Todo lo que uno quiere lograr alcanzar como profesional, militar, o como persona, desde que uno se trace un objetivo, desde que uno sea entregado, disciplinado y haga las cosas con esmero, uno puede llegar a cualquier lugar. Para mí es un orgullo ser la primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC porque sé que hay muchas oficiales que también quieren eso”.

Primera mujer piloto al mando de Black Hawk en la FAC

El Black Hawk

La Fuerza Aérea Colombiana recibió sus primeros helicópteros UH-60 en 1988. Hoy en día, además de la FAC, el Black Hawk opera con la aviación del Ejército Nacional de Colombia y con la aviación de la Policía Nacional de Colombia. Precisamente en esta institución se formaron las primeras mujeres piloto de Black Hawk en el país.

La flota de helicópteros Black Hawk colombiana alcanza más de cien unidades entre las tres fuerzas, convirtiéndose en una de las más grandes y operativas del mundo. La Fuerza Aérea Colombiana opera el equipo en las versiones UH-60L Halcón para misiones multipropósito, AH-60L Arpía II, III y IV para misiones de ataque, y MH-60L Ángel para misiones de rescate de personal y traslado aeromédico.

El Black Hawk es el componente pesado en la flota de ala rotatoria de la FAC, que también opera los helicópteros medianos Bell UH-1H Huey, Bell 212 Rapaz, Bell 412; los livianos MD 500, Bell 206, Bell OH-58; así como un Bell OH-13 de la década de los 50 y empleado como helicóptero insignia de la institución.

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