De Bogotá a Toulouse; de Colombia a Airbus

Guía del Pasajero
¿Qué hacer en Milán durante la final de la Champions?

Airbus A340 de Iberia en Bogotá

Este es un vuelo desde la capital de Colombia al corazón de Airbus en Europa a bordo de un Airbus A340 de Iberia en su clase ejecutiva, con conexión en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas para llegar a Toulouse en un Bombardier CRJ-900 de Air Nostrum. Experiencia de viaje.

A partir de una invitación exclusiva de Airbus a Aviacol.net para conocer sus instalaciones en Toulouse, tuve la oportunidad de viajar hacia Europa y el primer eslabón de la conexión se hizo a través de Iberia. La reserva me tenía dispuesto un tiquete en clase Bussines Plus. Hice el “web check-in” en el momento preciso, por lo que tuve a disposición varias de las sillas, y no dudé en seleccionar la 1A.

Como parte de la clase escogida, tenía acceso a la sala VIP del aeropuerto El Dorado que, en este caso, es la misma de LATAM Airlines. Ambas compañías son parte de la alianza oneworld, por lo que sus viajeros comparten beneficios en aquellos aeropuertos donde no existe una sala dedicada de Iberia o viceversa.

De todo el servicio en la sala VIP de LATAM en El Dorado, lo más llamativo fue la disposición y tamaño de los baños: cada uno es un cuarto de dimensiones generosas. Por otra parte, la ubicación del balcón ofrece una vista excepcional de la plataforma a través del gran ventanal, así que aproveché a hacer algunas fotos mientras esperaba.

Con el llamado a abordar nos dirigimos a la aeronave e ingresamos a través de la segunda puerta del avión. Al usar la fila prioritaria estuve dentro del A340-642 bastante temprano y tuve mucho tiempo para detallar las nuevas sillas de la aerolínea. La configuración ofrece un verdadero espacio privado, con un separador que, en el caso de mi silla, da hacia el pasillo, por lo que le ventana queda más cerca y la sensación general de intimidad es alta.

Los saludos de rigor de la amable tripulación, así como los servicios y objetos para acompañar el viaje (material de lectura, bebida de bienvenida, estuche con objetos de aseo) estuvieron a la orden del día. Con todo acomodado, partimos a la hora programada. Se trata del avión más grande de pasajeros que visita regularmente Bogotá y, por supuesto, requiere de una larga carrera de despegue para alzar vuelo. Como es de esperar, el ruido de los objetos vibrando en cabina es fuerte durante esta etapa. En un avión tan grande pareciera que se multiplican todas las cosas que pueden vibrar y sonar.

Clase Ejecutiva de IberiaSilla 1A en el Airbus A340, EC-IZY, de Iberia

El ascenso inicial hacia la etapa de crucero fue tranquilo y poco a poco fui tomando costumbre de los servicios de la silla, no sin antes pasar un buen rato descifrando algunas de las funciones de los varios botones, que son fácilmente accesibles. La posibilidad de reclinarla completamente se ve facilitada por un apoyapiés bien ubicado. Al frente, la pantalla de 15 pulgadas.

El trayecto de 10 horas da para seleccionar muchas de las opciones del sistema de entretenimiento. La acomodación con cobija y almohada, más el anochecer al comienzo de la etapa de crucero, brindan un ambiente realmente idóneo para relajarse en vuelo.

Sin embargo, durante el viaje sobre el Océano Atlántico, los movimientos laterales del avión fueron bastantes, aunque no lo suficientemente fuertes como para generar una incomodidad mayor. El servicio de comidas fue el esperado y la opción de comidas en el menú es amplia.

Como parte de los servicios adicionales, Iberia provee de una tarjeta de conexión a internet inalámbrica con cuatro megabytes de navegación gratuitos. La tripulación la entrega con el fin de que el usuario pueda notificar sobre su estado en tiempo real. La primera tarjeta no funcionó, así que me entregaron una segunda que no presentó inconvenientes. El consumo puede ser monitoreado a través del teléfono y el límite de navegación se alcanza rápidamente luego de hacer algunos mensajes instantáneos por aplicaciones como Whatsapp o Facebook, así que el objetivo de la tarjeta se cumple sin ir más allá: alcanza para notificar que se está volando sobre el mar y sin problemas.

A medida que avanzaba el vuelo (y las películas), el amanecer llegando a Europa empezaba a asomarse por la ventana. Pocas fueron las oportunidades de mirar hacia afuera, pero en este momento y, gracias a la gestión de la tripulación, pude ingresar a la cabina para intercambiar algunas palabras con la comandante y el primer oficial.

Varios temas estuvieron presentes en los minutos de la conversación, el primero: que los movimientos laterales son bastante comunes y que habían sido pocos en este vuelo comparado con otros. El segundo: que a pesar del gran avance tecnológico en la aviación, los pilotos todavía deben recurrir a inventivas propias para evitar el paso del sol a través del parabrisas; en este caso, un gran tapizado de periódicos evitaba que la luz incidiera directamente sobre el rostro de los pilotos. El tercero: que la llegada a Colombia y el ingreso al congestionado espacio aéreo de Bogotá nunca ha representado un problema mayor para esta tripulación, y pusieron de manifiesto que la verdadera congestión la viven llegando a Madrid.

Regresando a mi asiento y preparándome para la llegada, empecé a resumir algunas cosas de la experiencia. Una de las conclusiones es que elegir la silla 1A no significa necesariamente la mejor opción. La cercanía de la silla con el baño y la cocina hacen que por momentos exista mucho ruido y luz alrededor. Si se está tratando de conciliar el sueño en medio de la oscuridad de la noche y al mismo tiempo comienza el servicio de comida, habrá luz de la cocina incidiendo directamente sobre el pasajero, y el ruido de la preparación del servicio, así como de otros pasajeros (aunque no muchos) entrando y saliendo al baño realmente puede afectar el descanso.

Sistema de entretenimiento de IberiaPantalla de 15 pulgadas en Clase Ejecutiva de Iberia

El clima fue benévolo a la llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Estacionamos en una posición remota de la Terminal 4S, por lo que fue necesario el traslado en bus hasta el edificio. Llevar a cerca de 300 personas en buses constituye una tarea monumental que, en mi caso, no fue tan compleja debido a que esperé casi hasta el final para desabordar (una charla con la tripulación sobre la tendencia “eurowhite” en los colores de las aerolíneas hoy en día, me hizo ser el último en llegar al bus que casi partía).

Madrid-Barajas es verdaderamente enorme; tiene el área construida en terminales de aeropuerto más grande del mundo. Una vez adentro, las señales fueron suficientes para encontrar el laberíntico camino hacia la próxima sala de embarque. La experiencia puede ser algo abrumadora para algunos pasajeros por la abundante información, colores, caminos y opciones; pero desde mi experiencia, todo es fácil de interpretar. Preguntar a algún personal del aeropuerto es también posible, aunque en algunos momentos pasan minutos sin tener alguno a la vista.

Solo tuve que seguir las señales que me indicaban la ruta para llegar a la zona de la Terminal 4 donde debía tomar el vuelo de conexión. La primera señal muestra el tiempo aproximado que hace falta para llegar a los diferentes destinos dentro del aeropuerto. A pie y con el tren de conexión entre las terminales; efectivamente tomé el tiempo indicado de casi 25 minutos, con lo que al llegar a la puerta de embarque tuve que esperar poco para abordar. Como experiencia queda que en ciertos sectores es mucho más rápido tomar el ascensor que las escaleras eléctricas (en muchos otros edificios, es común que el tiempo de espera del ascensor sea mayor que el tiempo que toman las escaleras eléctricas). Por supuesto, todo el recorrido se hizo con el equipaje de mano, mientras la maleta por bodega seguía su propio laberinto del A340 al siguiente avión. Vale la pena tener en cuenta también que un recorrido tan largo de conexión se puede complicar bastante si no se llevan maletas de mano suficientemente cómodas o ligeras.

Aeropuerto Madrid-BarajasTerminal 4S del aeropuerto Adolfo Suáres de Madrid-Barajas

El siguiente trayecto fue en un Bombardier CRJ-900 de Air Nostrum. Como parte del tiquete en clase ejecutiva, el abordaje fue prioritario y en esta ocasión la silla fue la 1F, que no guarda mayor diferencia con las demás sillas en el avión. En este se notaba un poco más el uso, pero para un vuelo de algo más de una hora, es un medio de conexión perfecta. Los acabados y elementos como luces individuales y timbres de llamado a la tripulación en este avión me recordaron la década de los 90.

El buen clima en Madrid se mantenía, así que el despegue no tuvo nada fuera de lo normal. En ruta, el cruce sobre los Pirineos ofrece una espectacular vista. El tiempo de vuelo me recordó los tradicionales vuelos Bogotá-Medellín o Bogotá-Cali en Colombia, en los que el tiempo disponible para el servicio y tomar algo con calma es muy poco. En Toulouse el clima no fue tan benévolo y el comandante anunció que se haría un aterrizaje de precisión. La visibilidad en el aeropuerto Toulouse-Blagnac era escasa.

A pesar de ello, durante el rodaje a la puerta, es posible ver la industria más importante de esta ciudad: Airbus. Filas de aviones recién salidos de la planta de ensamblaje, así como varios otros de pruebas, se ven constantemente. No por nada las instalaciones de esta empresa empequeñecen a la terminal de pasajeros. El edificio es suficiente y el movimiento de pasajeros a la hora de llegada era poco, así que la recepción de las maletas y la salida dieron por terminado un vuelo sin inconvenientes entre Bogotá y la sede principal de Airbus en el mundo.

En Conclusión general, la experiencia de vuelo en Clase Ejecutiva a bordo del A340 de iberia es bastante buena y, aparte de que la ubicación de la silla 1A ofrece algunas incomodidades por la cercanía al baño y a la cocina, el resto de servicios y características del asiento son plenamente satisfactorios. Los procesos en los aeropuertos no tuvieron ningún inconveniente y bien vale la pena prepararse para la larga caminata en el aeropuerto de Madrid-Barajas que, sin embargo, para mí fue expedita y sin confusiones.

Airbus BelugaComo señal indiscutible de que se ha llegado al corazón de Airbus, está este Beluga

Guía del Pasajero
¿Qué hacer en Milán durante la final de la Champions?

Deja un comentario

×